Km.18 El hombre y el sauce de río. Hablamos de 108 senryu de Rafael Pérez Castells, 2017, Los libros de Ariadna.

Nietzsche se preguntaba cuánta dosis de verdad podía soportar el hombre. Al oeste de Roma, mantenemos la ilusión con un pacto de silencio tácito de tres coartadas: el Estado social de derecho, los Reyes Magos, y los haikus en castellano. Esta última afirmación no es aleatoria: las limitaciones de nuestro lenguaje, y no su tradición formal, imposibilitan la adopción del haiku a nuestro idioma. Que los poetas nipones consideren al haijin occidental como paradigma del stand up comedy literario, no es óbice para que la existencia humana, el humor negro o la sátira puedan ser tratadas mediante otras formas poéticas cuya adaptación sea más fidedigna, como el zappai o el senryu.

Con esta premisa y un profundo conocimiento de la tradición japonesa, Rafael Pérez Castells atrapa al lector con una propuesta tan cuidada como original cuyo resultado último consiste en ese binomio entre verdad y belleza, con el humor como vehículo, que impregna cada una de esas piezas de artesanía mestiza que forman su último libro.

Según el pensamiento budista, el ser humano está en un conflicto constante como consecuencia de los 108 deseos terrenales con los que nace. De acuerdo a esto, el objetivo final del individuo sería desprenderse de todos para así alcanzar el nirvana. Mediante esta idea, el autor inicia un camino hacia el autoconocimiento y la reflexión a través de 108 composiciones, en ocasiones reforzadas por las ilustraciones de Pedro Díaz del Castillo, que evidencian la naturaleza última del individuo.

La complejidad de este tipo de poesía requiere, no sólo de la inteligencia del poeta en la expresión, sino de la perspicacia del propio lector. Una lectura tanto superficial como descuidada, puede causar una falsa impresión de aforismo heptadecasilábico. Por ello, al leer a Rafael Pérez Castells conviene imbuirse de la profundidad de tanta sencillez, que lava. Una muestra de ello aparece ya en el senryu VIII de la última parte del libro: “el harakiri/ no es signo de grandeza/ es deserción”. Aquí nos encontramos, en primer lugar, con una reducción de la idea del suicidio que plantea Albert Camus en El mito de Sísifo y, por otro lado, un irónico rechazo al honor del samurái frente a la muerte. Incluso en este breve poema, el humor es inherente al mensaje. El rechazo de un valor oriental a través de uno de los géneros que más disciplina exigen, además de emplear su forma clásica, se transforma en un retruécano imposible, en absoluto arbitrario: el autor sabe bien que una de las características de la poesía oriental es la sugerencia.

También el eros es uno de los temas recurrentes a lo largo del libro: “un trío se hace/ con un listo un pelota/ y un desgraciado”; “hay tres mujeres/dormidas dos desean/ mi mujer ronca”; “Abre tus piernas/ apenas te molesto/ cumple y no más”. Sin embargo, aunque en estos últimos ejemplos el humor sea el pilar fundamental, el fracaso del hombre está subyacente en los tres textos.

En ellos, se pone de manifiesto esa pérdida progresiva del deseo (también esos deseos insatisfechos que hacen volverse loco al hombre por no satisfacerlos, como indicaba Enrich Fromm en su obra El arte de amar) y el deterioro de la sexualidad masculina resultante, sobre todo por la vejez y la proximidad a la muerte.

En definitiva, asistimos a un libro tragicómico donde 108 rasgos definen a una especie a la que sólo le queda la humorística resignación de lo absurdo y 17 golpes de voz para contarlo.




Km.18 El hombre y el sauce de río. Hablamos de 108 senryu de Rafael Pérez Castells, 2017, Los libros de Ariadna. Km.18 El hombre y el sauce de río. Hablamos de 108 senryu de Rafael Pérez Castells, 2017, Los libros de Ariadna. Reviewed by Anónimo on 3:51 Rating: 5

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